Martín Txiki es un personaje de la mitología vasca que, mediante astucia y engaños, logró arrebatar a los basajaun—seres míticos del bosque—los secretos de la arquitectura, la música, la agricultura, la herrería, y la vida sedentaria. Se cree que Martín Txiki pudo haber sido creado por la imaginación popular como un arquetipo de los sanadores celtibéricos de la zona del Moncayo, especialmente de San Martín de la Virgen de Moncayo. Estos sanadores viajaban a tierras vascas y pirenaicas para curar enfermos, utilizando herramientas de bronce, cobre y hierro, materiales desconocidos para los antiguos vascones y otros pueblos pirenaicos.
Una de las historias más conocidas relata que los basajaun poseían grandes cantidades de trigo para sembrar en una época en la que la humanidad no conocía los principios de la agricultura. Martín Txiki, también conocido como San Martinico, retó a los basajaun a un concurso de saltos, apostando que podría saltar por encima de sus enormes montones de trigo. Aunque perdió la apuesta, logró ocultar algunos granos de cereal en sus botas, lo que permitió a los humanos acceder al trigo.
A pesar de haber obtenido la semilla, la humanidad aún no sabía cuándo debía sembrar. Un día, Martín Txiki se acercó a la cueva de los basajaun y escuchó una canción que revelaba los secretos de la siembra: "Si los hombres conocieran esta canción, bien podrían aprovecharla: al brotar la hoja, siémbrese el maíz; al caer la hoja, siémbrese el trigo; por San Lorenzo, siémbrese el nabo". Gracias a esta canción, los seres humanos aprendieron principios agrícolas y, además, ciertos conocimientos musicales.
Otra historia cuenta que Martín Txiki envió a un niño a hablar con los basajaun, afirmando que ya sabía cómo se fabricaba una sierra. Uno de los basajaun, sorprendido, comentó que Martín Txiki debía haberse inspirado en la hoja del castaño. Así fue como Martín Txiki descubrió indirectamente cómo fabricar herramientas para trabajar la madera.
Al enterarse de esto, uno de los basajaun descendió por la noche a la casa de Martín Txiki y torció alternativamente los dientes de la sierra, pensando que la inutilizaría. Sin embargo, lo que hizo fue mejorarla, inventando así la sierra triscada.
En otra ocasión, Martín Txiki utilizó una estrategia similar enviando a un pregonero a los basajaun para decirles que ya sabía cómo soldar hierro con acero. Un basajaun respondió que seguramente había utilizado agua arcillosa para unir las piezas, lo que permitió a Martín Txiki descubrir el uso de la arcilla como fundente.
Finalmente, mediante otra treta similar, Martín Txiki se enteró de que el eje del molino debía fabricarse con madera de tilo en lugar de roble, que se desgastaba rápidamente. Este conocimiento permitió a la humanidad mejorar y difundir el uso del molino en todo el mundo.
Estas historias muestran cómo Martín Txiki, con su ingenio y astucia, obtuvo conocimientos vitales para el desarrollo de la civilización humana, robándoselos a los basajaun.
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