Está documentado que un ciudadano cordobés de familia noble abandono su casa para alistarse en el ejército, este hombre llegó al grado de capitán y estuvo luchando en Europa. Era Marcos de Cepeda, capitán de los tercios españoles que pasó temporadas largas en Italia y allí tomó contacto con artesanos de la gubia, escultores, estudió de ellos las técnicas de los grandes artistas, Bounarotti, Bernini, etc. Abandonó el ejercito se dedicó a la escultura, a la talla de obras de arte y alcanzó gran destreza. En 1625 vuelve a su tierra natal, quería para pasar un tiempo con su familia, pero tenía previsto regresar a Italia donde tenía su taller y donde había adquirido fama, siendo esta tal que hasta el mismo Papa le había encargado alguna obra. Pero su talento y fama hizo que el obispo cordobés se encargara de tenerlo distraido pidiéndolote que tallase diversas imágenes y esto hizo que no pudiese abandonar la capital. Por entonces, la Hermandad del Cristo de la Expiración había perdi