La leyenda de La Candileja es una de las leyendas colombianas más conocidas, según la cual se trata del espectro de una mujer que habría sido martirizada y después asesinada en el Valle de las Tristezas, en La Tatacoa, Colombia.
Según la leyenda que la mujer fue quemada viva, junto a sus hijos, en el interior de su casa, sin que nadie los auxiliase.
Otras versiones cuentan que se trata de una mujer que tuvo relaciones sexuales con sus sobrinos y por ello fue condenada al fuego eterno.
Otras versiones hablan de una abuela que, por criar muy mal a sus nietos, fue condenada.
Independientemente de la versión de esta leyenda, el fenómeno que sucede es el mismo, aparece una bola ardiente con tres llamas, conocida como "la luz viajera" y presenta apariencia de un fuego infernal, que produce además un ruido escandaloso a medida que se acerca al que será su objetivo.
En Colombia se dice que es la que inicia los incendios en los bosques, la que espanta a los caballos y jinetes, la que también provoca grandes sequías, también persigue a los hombres irresponsables, a los borrachos y también a los niños que se portan mal.
Es muy temida y, además, no hay plegaria que pueda calmar su furia.
Se ha extendido la creencia de que la única forma para protegerse de ella sería caminar cerca de los arroyos y de los ríos; o, cuando aparece, insultarla, decirle groserías, tratándola o acusándola de ser una vieja alcahueta y endemoniada.
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