Esta leyenda trata de explicar por qué un pequeño pájaro acude a cantar sobre la flor de loto de vez en cuando. Es una historia de amor muy antigua.
Se cuenta que hace mucho tiempo, había un hermoso reino en la selva del Mayab, su príncipe se llamaba Chacdziedzib, "pájaro cardena", un joven que estaba enamorado de Nicté-Há, "flor de loto", la hija del guardián del Cenote sagrado.
Esta unión no era bien vista, porque él era noble y ella humilde; y hasta el gran Cenote Sagrado había decidido que el príncipe se casara con una hija, hija de algún rey y no con la humilde Nicté-Há. Para evitar esta relación los grandes nobles del lugar decidieron que la muchacha, Nicté-Há, debía morir y así se terminaría con aquel amor considerado improcedente. Pero un criaddo del príncipe había escuchado la conjura y le contó la trama a Chacdziedzib. Éste mandó al mejor de sus guerreros a buscar a la muchacha para traerla a su palacio y casarse con ella con ella enseguida.
El guerrero fue asesinado, nunca llegó a la casa de la joven Nicté-Há.
El criado del príncipe nuevamente tuvo noticias, supo de la muerte del guerrero y se la comunicó a Chacdziedzib, que decidió ir a por su amada él mismo. Llegó a su casa y junto al Cenote Sagrado la encontró; y, al abrazarla, una flecha que salió de la oscuridad se clavó en el pecho de la jóven dándole muerte y cayó en el agua del cenote.
El príncipe cayó o se dejó caer en el mismo lugar donde había caído su amada, dejando allí un charco de sangre.
Los dioses, que habían sido testigo de todo, enviaron para ayudarles al Señor de las aguas y al Señor de los pájaros. El primero llegó hasta las profundidades encontrando el cuerpo de Nicté-Há y lo transformó en una flor de loto. El Señor de los pájaros encuentra el cuerpo del príncipe Chacdziedzib y lo transforma en un pájaro cardenal. Es por eso que al alba el pequeño pájaro cardenal se posa sobre la
flor de loto sin dejar de cantar bellas melodías de amor.
La leyenda habla de amor y de muerte pero también de trascendencia en el tiempo del amor, que supera barreras y no importa los cuerpos que ocupe en las sucesivas reencarnaciones, será por siempre, eterno.
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