Ir al contenido principal

La leyenda de la Sayona



 

La presencia de seres espectrales, fantasmas, como Sayona, es una creencia antigua. 

Muchos entienden que se trata de espíritus errantes que fueron personas y ahora están fallecidas, una acumulación de la energía residual de los vivos que dejan atrás en su paso por la tierra o simplemente personajes del imaginario colectivo.

Los fantasmas forman parte de la cultura de todos pueblos del mundo, que han dejado registros de sus apariciones incontables. 

Existen seres que tratan de transmitir un mensaje, otros simplemente no se han dado cuenta que están muertos y/o buscan orientación, algunos fantasmas quieren transmitir un mensaje; y, los más aterradores, transitan vagando por la tierra, clamando venganza.

Es el caso de fantasmas como la Sayona, espectro femenino atormentado y atormentador presente principalmente entre los pueblos de habla hispana. 




Según cuentan las historias populares, durante su vida terrenal la Sayona era una mujer bella, alta y de largos cabellos negros, su piel fue blanca y su sonrisa deslumbrante, pero era extremadamente posesiva y celosa.

Un día casó con un hombre apuesto, ambos se amaban con locura, pero para ella nunca fue suficiente y temía el engaño del esposo, la traición y el abandono.

Tan grande era su obsesión que no lo dejaba solo nunca, en ningún momento; y pese a que no existían pruebas de infidelidad, se sentía burlada y no tenía descanso.

Un día cuando ya había eliminado de su mente cualquier inquietud sobre el compartir del esposo con mujeres de su localidad, una nueva idea empezó a germinar en su mente enferma. La Sayona creyó que el esposo la engañaba con la propia madre de ella, y por eso no había podido descubrirlo.

Alucinación tras alucinación se convenció de la mentira, y un día sin el menor temor acabó con la vida de su marido y de su madre. Antes de expirar, la madre de la Sayona la maldijo, por dejar que su egoísmo la cegará ante el amor.

Desde ese entonces, el fantasma de la Sayona vaga por las noches buscando a los hombres infieles, a los cuales persigue hasta enloquecerlos.

Se presenta como una joven mujer guapa, solitaria y misteriosa, de blanco, que tan rápido aparece como se desvanece. Llena de amor y deseo a los hombres hasta que les revela su forma verdadera y comienza a atormentarlos con sus alaridos potentes.

Las víctimas de la Sayona que logran huir, se dice que poco a poco van languideciendo, angustiados, sintiéndose culpables y perseguidos por el espectro, hasta que fallecen en sus brazos, su amante espectral.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La Leyenda del Amaru

  5 de octubre LA LEYENDA DEL AMARU Cuentan que hace muchísimos años, una terrible sequía se extendió por las tierras de los quechuas. Los líquenes y el musgo se redujeron a polvo, y pronto las plantas más grandes comenzaron a sufrir por la falta de agua. El cielo estaba completamente limpio, no pasaba ni la más mínima nubecita, así que la tierra recibía los rayos del sol sin el alivio de un parche de sombra.   Las rocas comenzaban a agrietarse y el aire caliente levantaba remolinos de polvo aquí y allá.  Si no llovía pronto, todas las plantas y animales morirían. En esa desolación, sólo resistía tenazmente la planta de qantu, que necesita muy poca agua para crecer y florecer en el desierto. Pero hasta ella comenzó a secarse.   Dicen que la planta, al sentir que su vida se evaporaba gota a gota, puso toda su energía en el último pimpollo que le quedaba.   Durante la noche, se produjo en la flor una metamorfosis...

El sabio y la serpiente

El sabio y la serpiente es una fábula indú sobre la necesidad de defendernos cuando nos vemos atacados.  No debemos usar la violencia de forma innecesaria, pero tampoco debemos dejar que otros se aprovechen de nuestra buena voluntad o que puedan aprovechar un momento bajo o una baja autoestima. Dicen que una serpiente vivía en una cueva, en una montaña de la India y tenía atemorizada a toda la población de los alrededores, pues no dudaba en morder a todo el que por allí pasaba. La serpiente empezó a quedarse muy sola, nadie quería acercarse a su cueva.  Un sabio vivía cerca de ella y un día decidió pedirle consejo. Y le dijo al sabio: – Necesito consejo. – ¿Qué sucede?- contestó el sabio. – Es que nadie viene a verme, porque hasta ahora, todo el que se acercaba recibía un mordisco envenenado y ahora me tienen miedo… – Normal que te tengan miedo, es que no haces otra cosa que atacarles- contestó el sabio-. Lo que tienes hacer es dejar de morderles. – De acuerdo. No les morderé...

Federico García Lorca -Oda al gato-

Los animales fueron imperfectos, largos de cola, tristes de cabeza. Poco a poco se fueron componiendo, haciéndose paisaje, adquiriendo lunares, gracia, vuelo. El gato, sólo el gato apareció completo y orgulloso: nació completamente terminado, camina solo y sabe lo que quiere. El hombre quiere ser pescado y pájaro, la serpiente quisiera tener alas, el perro es un león desorientado, el ingeniero quiere ser poeta, la mosca estudia para golondrina, el poeta trata de imitar la mosca, pero el gato quiere ser sólo gato y todo gato es gato desde bigote a cola, desde presentimiento a rata viva, desde la noche hasta sus ojos de oro. No hay unidad como él, no tienen la luna ni la flortal contextura: es una sola cosa como el sol o el topacio, y la elástica línea en su contorno firme y sutil es como la línea de la proa de una nave. Sus ojos amarillos dejaron una sola ranura para echar las monedas de la n...