La región de Castilla - León alberga diversas fortalezas que evocan un pasado donde la arquitectura militar desempeñó un papel fundamental. Entre estas fortalezas destaca el Castillo del Buen Amor.
Se ubica en la localidad salmantina de Topas y, a diferencia de otras construcciones de la época, se erige en una extensa llanura, rodeado de dehesas y de viñedos, con un impresionante foso que lo caracteriza.
Su historia se remonta al siglo XV cuando, por iniciativa de la Casa de Alba, se construyó sobre las ruinas de una antigua fortaleza. Durante el enfrentamiento entre Isabel la Católica y Juana la Beltraneja por el trono de Castilla, el castillo fue clave como avituallamiento para las tropas de Fernando de Aragón.
En 1478, el obispo Alonso de Fonseca y Quijada adquirió el castillo, transformándolo en una casa palacio. El cambio obedeció no solo a convertirlo en su residencia, sino también para ocultar un amor prohibido con su amante Teresa de las Cuevas.
La relación perduró y los cuatro hijos de esta unión fueron legitimados por los Reyes Católicos, dando origen al nombre "Castillo del Buen Amor", un amor visto al parecer con buenos ojos por los Reyes Católicos, de ahí lo de "Buen Amor".
Tras la muerte de los amantes, el castillo experimentó un período de decadencia, siendo utilizado como almacén y perdiendo parte de su estructura. En la década de 1950, la familia Fernández de Trocóniz adquirió la fortaleza, emprendiendo una extensa reconstrucción. En 2003, el Castillo del Buen Amor abrió sus puertas como la Posada Real Castillo del Buen Amor, una hospedería que conserva la autenticidad del lugar.
A pesar de las renovaciones, persisten leyendas sobre apariciones y fenómenos paranormales en el castillo, atribuidos a las almas de Alonso y Teresa. Más allá de creencias, el Castillo del Buen Amor se presenta como un destino encantador, rodeado de historia y misterio, en el que los visitantes pueden disfrutar de una experiencia única. Además, su ubicación estratégica permite explorar otros lugares destacados de la región, como Villamayor, Ledesma, y las capitales de provincia Salamanca y Zamora.
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