Ir al contenido principal

La leyende de El Pósito









La Leyenda de El Pósito es una leyenda hermosa que forma parte del “Romancero de Jaén” de 1861 y cuenta la historia del amor entre Diego de Osorio, un capitán de los Tercios de Flandes, y una hermosa dama de Jaén, Beatriz de Uceda.

Había en Jaén una pareja de jóvenes que eran novios a punto de casarse; pero por aquel tiempo volvían de la guerra los caballeros que habían batallado contra los moros en la Reconquista y uno de ellos, guapo y de ágiles palabras se fijó en la joven y la conquistó. La muchacha abandonó a su prometido, que no tuvo más que conformarse.

El guerrero se casó con la joven que además tenía una gran fortuna, por ser miembro de una importante familia de la ciudad. El marido sabía de antemano el provecho que podía conseguir con este matrimonio y no dejó ver su verdadero carácter al principio. Pero finalmente, el caballero no resulto ser lo que parecía, ya que sólo pretendía disfrutar la fortuna de la joven, que pronto advirtió el engaño, las actitudes de su marido, salidas nocturnas y mujeriegas, así como su adicción al juego.

Una noche de juego el caballero perdió toda la fortuna de su esposa y regresó a su casa para pedir a la joven que le entregara todas sus joyas para volver a seguir jugando.

La joven se negó y se defendió, pero tras la discusión el guerrero la mató, le robó las joyas familiares y se dirigió a la casa de juego.

Pronto la noticia se hizo eco en toda la ciudad propagándose el relato de la tragedia. Cuando el novio despechado se enteró de lo sucedido, retó al marido asesino y lo mató en lucha en la Plaza del Pósito de Jaén.

El joven, dolido por la muerte de la amada y arrepentido de haber dado muerte a un semejante, decidió tomar los hábitos de San Francisco entrando como fraile en el convento franciscano que se ubicaba en el lugar que hoy día ocupa el Palacio de la Diputación Provincial de Jaén.

Parece ser que algunas noches ven en la Plaza del Pósito vagar a un espectro negro que se para delante la cruz y arrepentido reza por haber matado a otra persona.



Comentarios

Entradas populares de este blog

La Leyenda del Amaru

  5 de octubre LA LEYENDA DEL AMARU Cuentan que hace muchísimos años, una terrible sequía se extendió por las tierras de los quechuas. Los líquenes y el musgo se redujeron a polvo, y pronto las plantas más grandes comenzaron a sufrir por la falta de agua. El cielo estaba completamente limpio, no pasaba ni la más mínima nubecita, así que la tierra recibía los rayos del sol sin el alivio de un parche de sombra.   Las rocas comenzaban a agrietarse y el aire caliente levantaba remolinos de polvo aquí y allá.  Si no llovía pronto, todas las plantas y animales morirían. En esa desolación, sólo resistía tenazmente la planta de qantu, que necesita muy poca agua para crecer y florecer en el desierto. Pero hasta ella comenzó a secarse.   Dicen que la planta, al sentir que su vida se evaporaba gota a gota, puso toda su energía en el último pimpollo que le quedaba.   Durante la noche, se produjo en la flor una metamorfosis mágica.   Con las prim

Historia de la oración del Santo Rosario.

Cuenta la leyenda que un hermano lego –fraile y no sacerdote-, dominico, no sabía leer ni escribir, con lo cual no podía leer los Salmos como se hacía en el convento. Cuando terminaba sus labores de portero, barrendero, hortelano,etc., ya de noche, se iba a la capilla y se arrodillaba delante de la imagen de la Virgen María a quien le rezaba 150 Avemarías, pues 150 era el número de los salmos que él no podía leer;   y después se retiraba a descansar a su celda. De madrugada se levantaba antes que los demás para ir a la capilla y repetía su saludo a la Virgen. El superior notaba que todos los días, cuando llegaba a la capilla para rezar con todos los demás, que había un exquisito olor a rosas frescas y sintió curiosidad. Preguntó que quién se encargaba por las mañanas de adornar el altar de la Virgen, pero todos respondieron lo mismo, ninguno de los frailes lo hacía. Los rosales del jardín, por otra parte, no parecía que le faltasen flores.   Cuando un día el hermano lego en

El sabio y la serpiente

El sabio y la serpiente es una fábula indú sobre la necesidad de defendernos cuando nos vemos atacados.  No debemos usar la violencia de forma innecesaria, pero tampoco debemos dejar que otros se aprovechen de nuestra buena voluntad o que puedan aprovechar un momento bajo o una baja autoestima. Dicen que una serpiente vivía en una cueva, en una montaña de la India y tenía atemorizada a toda la población de los alrededores, pues no dudaba en morder a todo el que por allí pasaba. La serpiente empezó a quedarse muy sola, nadie quería acercarse a su cueva.  Un sabio vivía cerca de ella y un día decidió pedirle consejo. Y le dijo al sabio: – Necesito consejo. – ¿Qué sucede?- contestó el sabio. – Es que nadie viene a verme, porque hasta ahora, todo el que se acercaba recibía un mordisco envenenado y ahora me tienen miedo… – Normal que te tengan miedo, es que no haces otra cosa que atacarles- contestó el sabio-. Lo que tienes hacer es dejar de morderles. – De acuerdo. No les morderé más, dij