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Mostrando las entradas etiquetadas como Vampiros

Antropología vampiresca

En pleno Siglo de las Luces una buena parte de Europa vivió lo que se ha llamado epidemia de vampirismo. El abate Calmet, en su Tratado sobre los vampiros (París en 1746), se mostraba sinceramente convencido de que " desde hace alrededor de unos sesenta años, una nueva escena se ofrece a nuestra vida en Hungría, Vioravia, Silesia, Polonia: se ven, dicen, a hombres muertos desde hace varios méses que vuelven, hablan, marchan, infestan los pueblos, maltratan a los hombres y a los animales, y chupan la sangre de sus prójimos ". La Europa profunda temblaba ante la epidemia, y la palabra vampiro aparecía por primera vez para nombrar aquello que los campesinos centroeuropeos llamaban con diferentes nombres desde hacía siglos. En tierras de Bosnia, el blausauger, el chupador de sangre, carecía de huesos y era capaz de transformarse en rata o en lobo, propiedad ésta que compartía con el farkaskoldus de Hungría y el Vlkodlak de Serbia. El bruculacas de Greci

Algo sobre le mito de Drácula

Protagonistas de las más espeluznantes historias de terror, los vampiros han alimentado la imaginación humana desde hace siglos. Los chupadores de sangre o vampiros han recibido diferentes nombres e imágenes en todo el mundo, pero sólo uno emblema gracias a la novela "Drácula", basada en un personaje histórico, el príncipe rumano Vlad Tepes y cuyo autor fue el escritor Bram Stoker. Especulaciones religiosas y argumentos racionalistas han intentado dar explicación. La biografía del vampiro se hunde en el pasado de la especie humana y en el pantano de sus miedos. Pero al igual que el miedo tiene muchos rostros, el vampiro ha recibido muy diferentes nombres en tierras de todo el mundo, aunque uno de ellos, se ha convertido en su emblema: Drácula. El 20 de mayo de 1897, la puerta del lóbrego castillo en los Cárpatos, domicilio del conde Drácula se abrió por primera vez y sonaron estas palabras: Bienvenido a mi casa! Entre libremente y por su propia voluntad!... Yo