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Mostrando las entradas etiquetadas como Valores

El ratón y el gato. Fábula

  Un día estaba ratón en su agujero, cuando se acercó un gato que olisqueándolo dió con él, entonces el ratón al verlo, le dijo: – Verás, querido gato, yo soy más de perros. Adoro su fidelidad, una gran virtud, es por esa razón que  adoro al perro perdiguero. – ¿No me digas?- contestó el gato-. Pues fíjate, mi querido amigo, que esa virtud yo también la tengo. Sal del agujero y seamos amigos. Salió entonces el ratón aunque temblando de miedo, arrugó el hocico y le dijo al gato: – Resulta que ya no, que esa virtud ahora de pronto, no me parece la mejor del mundo. La fábula original de Tomás de Iriarte ‘El ratón y el gato’ (1790-1791) dice así: Tuvo Esopo famosas ocurrencias.  ¡Qué invención tan sencilla! ¡Qué sentencias!  He de poner, pues que la tengo a mano,  una fábula suya en castellano.  “Cierto -dijo un ratón en su agujero-: no hay prenda más amable y estupenda  que la fidelidad; por eso quiero  tan de veras al perro perdiguero”.  Un gato replicó: “Pues esa prenda  yo la tengo

El sabio y la serpiente

El sabio y la serpiente es una fábula indú sobre la necesidad de defendernos cuando nos vemos atacados.  No debemos usar la violencia de forma innecesaria, pero tampoco debemos dejar que otros se aprovechen de nuestra buena voluntad o que puedan aprovechar un momento bajo o una baja autoestima. Dicen que una serpiente vivía en una cueva, en una montaña de la India y tenía atemorizada a toda la población de los alrededores, pues no dudaba en morder a todo el que por allí pasaba. La serpiente empezó a quedarse muy sola, nadie quería acercarse a su cueva.  Un sabio vivía cerca de ella y un día decidió pedirle consejo. Y le dijo al sabio: – Necesito consejo. – ¿Qué sucede?- contestó el sabio. – Es que nadie viene a verme, porque hasta ahora, todo el que se acercaba recibía un mordisco envenenado y ahora me tienen miedo… – Normal que te tengan miedo, es que no haces otra cosa que atacarles- contestó el sabio-. Lo que tienes hacer es dejar de morderles. – De acuerdo. No les morderé más, dij

La caña de bambú

  Este cuento indio, ‘La caña de bambú’ , encierra una reflexión profunda  sobre qué es lo más importante en la vida, frente a los bienes materiales. Nos habla sobre las riquezas verdaderas, las interiores. Hubo una vez un rey , muy anciano ya, que veía que el final de sus días estaba cada vez más cercano. El rey no tenía descendencia, así que un día decidió llamar a un hombre muy sabio, su consejero espiritual, que se presentó en palacio en seguida y el rey, muy encorvado por los años y cansado, le dijo: – Te mandé llamar porque se que me quedan pocos días de vida y me gustaría encomendarte una misión… – Lo que sea, querido rey, dijo el sabio. El rey agarró un bambú que tenía cerca y le dijo: – Quiero que entregues este bambú a la persona más tonta del reino. – Pero señor, esa tarea es muy complicada… hay muchas personas en el reino…, dijo el sabio. – Lo sé, pero tienes muchos días y yo confío en ti. – De acuerdo, lo haré, respondió el sabio al rey. El consejero salió en seguida

Historia del rabino Baal Shem Tov a sus discípulos

Un día, el rabino Baal Shem Tov estaba contando historias a sus discípulos y viendo que sus alumnos estaban sorprendidos por la sencillez de las mismas, no acordes a la importancia del maestro, éste les empezó a relatar otra parábola para la ocasión, según la cual: Cierto poderoso monarca de la antigüedad encargó a su hijo la defensa de una fortaleza en la frontera, que con certeza sus enemigos se proponían sitiar y conquistar. El rey indicó a su hijo que requisara y almacenara en la fortaleza todos lo víveres que pudiera conseguir. Si los víveres no eran de la mejor calidad, le dijo, llenara los almacenes con víveres más sencillos, pero tales que aguantaran almacenados mucho tiempo. El príncipe obedeció a su padre, y como ese año no había sido una de las mejores cosechas, almacenó todo tipo de alimentos que aguantaran mucho tiempo sin descomponerse, aunque en otros años de cosechas abundantes hubieran sido desechados. El sitio de la fortaleza duró mucho tiempo, los alimento