Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de abril, 2012

EL LEÓN Y EL CORDERO

EL LEÓN Y EL CORDERO Hebreos 7:1-28 Compartido por Jorge Olmedo Avalos Soria. Cuando era niño recuerdo que en una ocasión nos preguntábamos ¿Si tuvieras que elegir, qué animal te gustaría ser?, algunos dijeron el águila porque vuela alto, es fuerte, tiene buena vista, en verdad cuando miramos un águila impresiona su presencia, da una imagen de autoridad, de poder, de domino, su presencia intimida. Otros dijeron, quisiera ser un León porque es el rey de la selva. Quién no queda impresionado ante el rugido, la potencia, la ferocidad y la majestuosidad del león. Todos los niños tratábamos de elegir el animal que creíamos más grandioso; por supuesto nadie eligió ser lombriz o insecto o burro u oveja. Porque considerábamos a esos animales como inferiores, sin importancia sin trascendencia; en verdad en ningún emblema veremos un cordero o una lombriz, veremos el águila, el león, etc. En Apo. 5:5-6 dice: ….. No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David ha vencid

Leyenda celta

Según una leyenda celta había un hombre viejo y muy cascarrabias que era propietario en Irlanda de una granja. Un día el viejo discutió acaloradamente con su hijo y dejaron de hablarse. Años más tarde el hijo murió y el padre aún sentía odio y rencor y no se presentó siquiera al funeral. El carácter del granjero se agriaba más con el tiempo, él cumplía sus obligaciones como ciudadano y cuando falleción uno de sus vecinos, fue a su entierro. Pero cuando la ceremonia terminó, el granjero estuvo paseando por el cementerio. Paseando por el cementerio se sorprendió al ver cómo una calavera asaltó en el camino y crujiendo la mandíbula se dirigió a él diciéndole: mañana pasaré la noche en tu casa. La única condición es que vuelvas más adelante a hacerme compañía a este mismo cementerio. El granjero asustado por aquel mensaje invitó al cura para que pasara la tarde con él en casa. Al día siguiente, cuando estaban en a mesa cenando, oyeron tres golpes en la puerta; y aunque nadie abrió

El regalo

En una ocasión cuando Buda estaba predicando su doctrina, un hombre se le acercó y comenzó a insultarlo e intentar agredirlo pero Buda se mantuvo en un estado de imperturbable serenidad y silencio. Cuando hubo terminado su acción, se retiró. Un discípulo que se sintió indignado por los insultos que el hombre lanzó contra Buda le preguntó porqué dejó que lo maltratara y lo agrediera. A lo que Buda respondió con segura tranquilidad: -“Si yo te regalo un caballo pero tú no lo aceptas ¿de quién es el regalo?” El discípulo contestó: -“Si no lo acepto, sería tuyo todavía”. Entonces Buda respondió: -"Bueno. Estas personas emplean parte de su tiempo en regalarme sus insultos, pero al igual que un regalo, yo elijo si quiero aceptarlo o no. Los insultos son como regalos: si lo recoges, lo aceptas; si no lo recoges, quien te insulta se lo queda en sus manos. No podemos culpar al que insulta de nuestra decisión de aceptar su regalo. Por esa misma razón, esos insultos son para mí c

La prueba del maestro

-Soy pobre y débil, dijo un día un maestro a sus discípulos, pero vosotros sois jóvenes, y yo os enseño: es deber vuestro, por lo tanto, conseguir el dinero que vuestro viejo maestro necesita para vivir. -¿Cómo podemos hacer eso?-preguntaron los discípulos-.Las gentes de esta ciudad son tan poco generosas que sería inútil pedirles ayuda. -Hijos míos-contestó el maestro-, existe un modo de conseguir dinero, no pidiéndolo, sino cogiéndolo. No sería pecado para nosotros robar, pues merecemos más que otros el dinero. Pero, ¡ay!, yo soy demasiado viejo y débil para hacerlo. -Nosotros somos jóvenes-dijeron los discípulos-y podemos hacerlo. No hay nada que no hiciéramos por vos, querido maestro. Decidnos sólo cómo hacerlo y nosotros obedeceremos. -Sois jóvenes-dijo el maestro-y es poca cosa para vosotros el apoderaros de la bolsa de algún hombre rico. Así es cómo debéis hacerlo: escoged algún lugar tranquilo donde nadie os vea, y luego agarrad a un transeúnte y coger su diner

PARÁBOLA DE LA SAL

"El viejo maestro pidió a su joven discípulo, que estaba muy triste, que se llenase la mano de sal, colocase la sal en un vaso de agua y bebiese. ¿Cómo sabe? le preguntó el maestro, fuerte y desagradable respondió el joven aprendiz. El maestro sonrió y le pidió que se llenase la mano de sal nuevamente. Después, lo condujo silenciosamente hasta un lindo lago, donde pidió al joven que derramase la sal. El viejo Sabio le ordenó entonces: bebe un poco de esta agua. Mientras el agua se escurría por la barbilla del joven, el maestro le preguntó: ¿Cómo sabe? Agradable, contestó el joven. ¿Sientes el sabor a sal? le preguntó el maestro. No: Le respondió el joven. El maestro y el discípulo se sentaron y contemplaron el bonito paisaje. Después de algunos minutos, el Sabio le dijo al joven: El dolor existe.... Pero el dolor depende de donde lo colocamos! Cuando sientas dolor en tu alma, debes aumentar el sentido de todo lo que está a tu alrededor. Tenemos que dejar

La fábula del tonto

                      PARA MEDITAR SERIAMENTE...                      Se cuenta que en una ciudad del interior, un grupo de personas se divertían con el tonto del pueblo, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños recados y recibiendo limosnas.   Diariamente, algunos hombres llamaban al tonto al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 centimos y otra de menor tamaño, pero de un euro .Él siempre tomaba  la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.   Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, lo llamó aparte y le preguntó si todavía no había  percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y éste le respondió: - Lo sé señor,  vale la mitad, pero el día que escoja la otra, el juego se acaba y no voy a ganar más mi moneda. Esta historia podría concluir aquí, como un simple chiste, pero se pueden sacar varias conclusiones: La primera: Quien par