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Mostrando entradas de marzo, 2012

Todo lo que sucede sucede por tu bien, la leyenda de un rey incrédulo

  Érase una vez, en una apartada región, un rey que tenía un sabio consejero. Este tenía por costumbre repetirle al monarca: - Todo lo que sucede es por su bien. Sin embargo, un día, en un desfile, el rey soltó con tan mala fortuna el sable que se cortó el dedo de un pie. Muy contrariado, se dirigió a su consejero y le preguntó si este accidente también le había sucedido por su bien. El sabio le repitió una vez más: - Todo lo que sucede es por su bien. Fuera de sí, el rey consideró la respuesta del sabio como un ultraje y decidió, como castigo, encerrarlo. Pasaron unos meses y el rey se fue, con todo su séquito, de caza. El grupo se dispersó por todo el bosque y, al caer la noche, el rey se encontró completamente solo y perdido. Por mucho que llamaba, nadie le respondía. Buscó el camino de regreso, pero fue en vano. Al límite de sus fuerzas, acabó por vislumbrar el resplandor de una hoguera. - Salvado! estoy salvado!! exclamó el rey. Se encaminó hacia la luz y

Cantigas de Santa Maria - A Virgen Madre de Nostro Sennor

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Romance de la Molinera y el Corregidor

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Romance del Enamorado y la Muerte Joaquín Díaz

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Romance de la Reina Juana

  Romance de la Reina Juana. Amancio Prada

Blanca Flor y Filomena

   Romance de Blanca Flor y Filomena - Joaquín Díaz

El conde preso

Historia del rabino Baal Shem Tov a sus discípulos

Un día, el rabino Baal Shem Tov estaba contando historias a sus discípulos y viendo que sus alumnos estaban sorprendidos por la sencillez de las mismas, no acordes a la importancia del maestro, éste les empezó a relatar otra parábola para la ocasión, según la cual: Cierto poderoso monarca de la antigüedad encargó a su hijo la defensa de una fortaleza en la frontera, que con certeza sus enemigos se proponían sitiar y conquistar. El rey indicó a su hijo que requisara y almacenara en la fortaleza todos lo víveres que pudiera conseguir. Si los víveres no eran de la mejor calidad, le dijo, llenara los almacenes con víveres más sencillos, pero tales que aguantaran almacenados mucho tiempo. El príncipe obedeció a su padre, y como ese año no había sido una de las mejores cosechas, almacenó todo tipo de alimentos que aguantaran mucho tiempo sin descomponerse, aunque en otros años de cosechas abundantes hubieran sido desechados. El sitio de la fortaleza duró mucho tiempo, los alimento